EL LAUREL, usos medicinales y otros
El laurel es una de las especias que no falta en nuestras cocinas, son cientos las recetas donde se solicita de su presencia, y es que su potencial aromático y su peculiar sabor lo hace un excelente condimento.
En otros ámbitos quizá no es usado en su máximo potencial posiblemente por desconocimiento, pero el laurel es polifacético y sus propiedades terapéuticas viene dadas por el variado contenido en principios volátiles tales como el mirceno, limoneno, linalool, chavicol de metilo, el acetato de geranilo o sus eugenoles, todos ellos con potenciales antisépticos, antioxidantes y digestivos. Si a esto le añadimos sus vitaminas A , B2, B3, B5, B6 y C que son colaboradoras en la síntesis de las enzimas y la función del sistema nervioso, podemos decir entonces, que estamos frente a una planta que apoya a la regulación del metabolismo del cuerpo. Además esta olorosa especie es una buena fuente de minerales como, cobre, magnesio, manganeso, hierro, zinc o potasio, que nos ayudan a mantener el buen funcionamiento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
Es buen tónico digestivo con propiedades estomáquicas y aperitivas activando las secreciones gástricas y hepático biliares, evitando las situaciones de pirosis o acidez y ayudando en casos de flatulencias. Es diurético, haciendo de drenador en retención de líquidos, eliminando toxinas y mejorando los problemas circulatorios, de obesidad y gota.
Sobre el aparato respiratorio hay que valorar la triple acción antiséptica, antitusiva y expectorante, siendo en infusión una buena opción para mejorar los síntomas que acompañan a bronquitis y faringitis; y sus vahos, en casos de sinusitis.
En infusión es interesante para regular la menstruación tomándola una semana antes de la regla, liberando la molesta sensación de hinchazón y calmando el dolor de los espasmos uterinos. Otro uso ginecológico es el cocimiento de sus hojas en baños de asiento, donde actúa como antiséptico en caso de hongos vaginales.
Por sus propiedades antifúngicas y bactericidas es un buen colutorio natural llegando a tratar infecciones bucales y halitosis; para ello se usa la infusión tibia en enjuagues y gargarismos.
En uso externo la aplicación de su aceite esencial y su alcohol tiene propiedades antiinflamatorias, ayudando a combatir dolores reumáticos, musculares y articulares.
Gracias al ácido láurico y al linalool que contienen sus hojas es un eficaz repelente de mosquitos, y aplicado en el cuero cabelludo previene y elimina los piojos. En tratamiento capilar regenera el cuero cabelludo combatiendo caspa y seborrea. Para esto se prepara una simple decocción de 20g de hoja por litro de agua y se aplica tibio como último aclarado.
De forma popular se usa para repeler las polillas de la ropa, poniéndolo entre las mantas y en los cajones de los armarios las hojas sueltas o introduciéndolas en saquitos de tela. Usa siempre las hojas más olorosas y repónlas pasado un año.
RECETAS:
- INFUSIÓN, lavar unas dos o tres hojas de laurel por taza. Hervir el agua y separar del fuego, añadir las hojas y dejar reposar unos diez minutos. Las infusiones se pueden tomar antes de las comidas para estimular el apetito o después de las mismas, para favorecer la digestión o como diurético.
- ALCOHOL DE LAUREL, se necesita 1litro de alcohol de 96º y 20 hojas de laurel limpio. Se ponen los dos ingredientes en un recipiente de cristal opaco y se tapa herméticamente. La mezcla se deja macerar durante una semana en un lugar seco y oscuro. Pasado este tiempo ya puede ser utilizarlo como repelente de insectos. Para las articulaciones doloridas, se aplica por la noche mediante fricciones o en compresas.
Usar siempre el laurel de la variedad Laurus Nobilis.
El uso interno se evita en embarazo, lactancia y niños.
Como curiosidad hay que mencionar que en la cultura mediterránea es uno de los árboles míticos que simboliza la paz, la gloria y la victoria. Seguro que después de leer este artículo, cuando cojas las hojas del laurel las veras de otra manera.
Cris Parga
